Recomendamos alimentar a un cachorro o gatito recién nacido con 2 cucharadas soperas de líquido listo para el consumo o 2 cucharadas soperas de sustituto de leche en polvo reconstituido (agua añadida al polvo para obtener un líquido) por cada 4 onzas de peso corporal durante un periodo de 24 horas. Por ejemplo, si su cachorro pesa 4,5 kg, debe recibir 4 cucharadas soperas de leche maternizada en un periodo de 24 horas.